Uncategorized

Poema XVIII

Se me cae el corazón de tanto sostenerlo,

Mi mirada se tornó, gris blanco a negro,

No cabe la duda como interruptor

De tanto quererlo,

Acabe de no ser yo por verlo triunfador

En sus sueños,

Fui una mejor versión de mi por el amor

Que no valoro

Porque era dueño de mi amor,

de mi amor

Que nunca temió perderlo,

¿Habré hecho mal sin darme cuenta que fui

yo quien soñó despierta ?

Porque en un futuro estaría a su lado

Amaneciendo dejando la puerta abierta

con el jardín y nuestros gatos, feliz,

¿Quién puede más el que amó

o solo el que quiso quererlo ? Ahora ato

Las cabos sueltos y entiendo

¿Quién gana más si el que intenta

mantenerlo vivo o el que lo mató?

¿Será que las cosas con solo amar

no bastan, si no hay ganas

ni sueños de cama, ¿y si él no me ama ?

Y “el que hubiera pasado “

se interpone entre lo amado

Y la realidad vana,

¿ qué queda, aceptarlo ?

Que no hay cuentos de hadas

Yo no me he alejado amor…

Aún no, aún No me he marchitado

sigue palpitando he albergado lo añorado,

lo que he amado entre nosotros dos,

Y en mi corazón y la razón,

no hay puente a tierra para aterrizar,

Si no te quisiera, me hubiera

Rendido hace tiempo ya y tirado al azar

Los dados, pero camino contigo entera,

Inclusive si me dirijo al olvido, ¿será ?

Dios no quiera…

Y si no logro sostener el corazón

en la trinchara…

Como prometí, te sacaré de ahí

Para que no te duela.

Chantal Marie Vides